Bangkok puede ser un lugar tranquilo para un hochimita. Una vuelta al mundo real en el que desgastar la tarde hasta que pierda todo su brillo caminando entre templos y estatuas, o respirando el humo de un atasco. Simplemente fantástico, no por el humo, claro está. No hay nada como perderse en los callejones y encontrarse de repente tomando una cerveza en Cheap Charlie's.
Podríamos hablar de templos, y de estatuas, y de mercados, y de otras cosas..., pero creo que esto es más ilustrativo. Una explosión de vida anegada por el agua.
Pasen adelante.
Podríamos hablar de templos, y de estatuas, y de mercados, y de otras cosas..., pero creo que esto es más ilustrativo. Una explosión de vida anegada por el agua.
Pasen adelante.