
Tras fijar su vista aún más sobre una de las plantas acuáticas del lago, lanzó una tremenda piedra que hundió de inmediato la gran hoja para siempre.
- La naturaleza busca los círculos, las espirales y las esferas, mientras nosotros tratamos de romper ese equilibrio con nuestra tendencia a crear ángulos, quebradas y rincones perdidos sobre los que escudriñar la materia, sin ser conscientes de que lo que realmente hacemos es dar vueltas sobre una esfera a ninguna parte -respondí-.
- Te está sentando mal tanto Paulo Coelho mi estimado, más vale que dejes de leer esa basura -me espetó.
Cuánta razón tenía.