
Hace tiempo que no dejaba unas líneas por aquí. Al parecer, la buena marcha de diciembre se truncó con la Navidad. Pasar estos días en el extranjero por segunda vez da para mucho, sobre todo para echar de menos a tu gente, las cenas interminables al abrigo de la Puri y la maldita sensación de ser consciente del paso del tiempo al mirar atrás.
Hoy os presento la bahía de Ha Long, uno de esos lugares tranquilos (así es Eva, donde se rodó el anuncio de Balay) donde disfrutar de uno mismo, aunque rodeado de un misterio evocador de dragones y batallas de barcos medievales.