martes, enero 02, 2007

Navietnam


Hace tiempo que no dejaba unas líneas por aquí. Al parecer, la buena marcha de diciembre se truncó con la Navidad. Pasar estos días en el extranjero por segunda vez da para mucho, sobre todo para echar de menos a tu gente, las cenas interminables al abrigo de la Puri y la maldita sensación de ser consciente del paso del tiempo al mirar atrás.

Hoy os presento la bahía de Ha Long, uno de esos lugares tranquilos (así es Eva, donde se rodó el anuncio de Balay) donde disfrutar de uno mismo, aunque rodeado de un misterio evocador de dragones y batallas de barcos medievales.

3 comentarios:

jorgeele dijo...

Me he creado un blog solo para contestarte.
Eso, todo lo más, da una idea de las necesidades de comunciación con las que estoy lidiando.
La noche de fin de año tiene algo de trágico y algo de indecente. Empiezo a no sentir cómo pasan los años, cómo dejan de simbolizar cosas.
Delante de mí, como de ti, compañero, lo único que hay es el mar, el horizonte. Y para de contar.
Como diría la gente del ICEX estamos aquí para aprender todo lo que queramos y más y somos los dueños de nuestro futuro.

© Claudia, la chef dijo...

Mi querido Vic, a mi lo que me pasa cada año es que empiezo a sentir que quienes me rodean podrían ser mis hijos. Mi Nochevieja se resume en: Tecno hasta las 8 de la mañana con gente de 15 años. Desde entonces, arrastro un resfriado del copón porque una ya no está para estos trotes. Hay que aceptarlo: el tiempo pasa y nosotros ya no estamos de moda.
Un abrazísimo con cava, turrón y nostalgia.

ivancace dijo...

Las Navidades son esos días nostálgicos en los que todo lo que hemos vivido pasa otra vez por delante nuestro.
Si te sirve de consuelo, no hay ni uno de estos días en el oremus, en el que alguien haya dicho, que estará haciendo el cabron de...
Por otro lado, ya estoy en modo ahorro (huyendo de Carolo y Barahona), y en semana santa espero ir a darte un abrazo.

Un Saludo